
virgo
En los mitos japoneses (recogido en el Kojiki) hay muchos personajes que podríamos relaciona con el signo de Virgo. La pareja primordial que engendra a todos los seres son Izanami (la que invita) e Izanagi (el quien invita) y en su historia Izanami muere al dar a luz al dios del fuego y Izanagi va al Yomi, el reino de los muertos, a buscarla.
Otro personaje que podemos comparar con Persèfone es Amaterasu, la diosa del sol. Se parece en su nacimiento a Atenea, pero, asustada por su hermano Susano, se retira a la cueva de las rocas celestiales, de forma que la Tierra queda sumida en la oscuridad hasta que la diosa del alba, Ama-no-uzume, baila delante de ochocientas deidades y Amaterasu, curiosa, sale de su escondite para verla.
También Okuninushi, como Plutón, rapta a la hija del dios Susano y después de muchas peripecias puede unirse a ella.
Las Gheisas japonesas tendrían también relación con este signo por su cualidad de prostitutas sagradas.
En Mongolia cuentan la Leyenda de Tarvaa, un joven que va al reino de los muertos y vuelve con conocimiento.
En la mitología celta la diosa virgen Brighid es muy parecida a Artemisa.
En la mitología Egipcia hay varias diosas que podrían relacionarse con Virgo, como Astarte, la diosa guerrera y Hathor que ayuda a las mujeres y a los niños y da de beber y comer en el inframundo.
También en Egipto, Isis busca a su marido muerto en el submundo y al llegar a Biblos se hace niñera de un niño al que quiere dar vida eterna en el fuego, lo cual se corresponde literalmente con Demeter y Demofonte.
Entre los Sumerios, Tamuz, el dios de la vegetación, hijo de Isthar o Inanna, pasa la mitad del año en los infiernos, como Perséfone.
Entre los indios hopis, los chamanes descienden al submundo para curarse y poder curar, así como las purificaciones en los tipis que tienen también relación con los descensos y ritos de Virgo.
Hay un mito lakota en el que Rhpisunt, la hija del jefe, fue raptada por los osos mientras cogía bayas y se caso con uno de ellos.
Los incas tenían las vírgenes del sol, las Acllas, que eran cuidadas por las mujeres mayores, las Mama cunas, y servían a la familia real y al culto de Inti, dios del Sol.
En Colombia, la hija virgen del jefe de Guacheta queda embaraza por los rayos del sol y da a luz a Hacuata, la esmeralda que con los ciudades de su madre se transforma en Goranchacho, un héroe que era conocido como hijo del Sol.
En Honolulu, una virgen de Tonga dio a luz a un niño-almeja que se convirtió en la reina Hina.
En Finlandia, el poema épico Kalevala narra el nacimiento de Vaïnämoïbebm el bardi eterno de la virgen del aire Ilmatai.
Entre los eslavos, los Domovoi son los espíritus protectores del Hogar en una versión masculina de Hestia.
Virgo es un tiempo de cosecha, de preparación para los rituales que tendrán lugar en Piscis, su opuesto y complementario. Es el tiempo de la vendimia para que mas adelante pueda beberse el vino en la copa del amor. Es importante para Virgo ser consciente de la necesidad de esta preparación, de la fermentación y destrucción necesaria para que el hombre pueda renacer: la uva tiene que ser pisada, destruida como tal, para entrar en el ritual de la embriaguez mística que se dará en Piscis.
Virgo tiene pues el destino simbólico de entrar en su infierno personal, en su dolor interno. De cada uno depende aceptar los cambios o evitarlos.
texto extraído del libro Astrología y Mitología de Teresa Andreu
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